Las resistencias eléctricas, un mundo que no muy alejado a nosotros
Cuando hablamos de resistencias eléctricas, nos referimos a aquellos elementos que explotan según un principio en particular llamado efecto Joule, el cual demuestra que un conductor portador de corriente se caliente debido a la transformación de la energía de los electrones y se convierta en energía térmica.
Este principio sirve, de hecho, como base del principal uso de las resistencias eléctricas, las cuales permiten la transmisión del calor por conducción, convección o irradiación según el contexto de los parámetros geométricos en juego.
De hecho, en el mundo industrial, estas herramientas son explotadas precisamente debido a estas propiedades desde el momento en que permiten la transmisión de energía que puede ser canalizada para alcanzar un objetivo determinado.
En efecto, uno de los principales sectores en los que se utilizan resistencias eléctricas de forma masiva es el de moldeo de plástico y la fundición a presión, que explosiona el calor para fundir el material plástico dándole forma en el molde. Puede parecer extraño, pero este mundo industrial tiene mucho que ver con nuestra vida cotidiana, ya que cada día estamos en contacto con materiales plásticos que han sufrido un proceso de transformación a presión. Basta pensar en un bolígrafo, las partes de plástico de un automóvil o cualquier objeto termoplástico construido en serie. En la realización de cualquier de estos objetos, según las máquinas que forman parte de las instalaciones industriales, los elementos calentadores pueden tomar diferentes nombres según su uso previsto y su forma; de hecho, podemos encontrar resistencias eléctricas bajo el nombre de resistencias de cartucho, resistencias planas en mica o cerámica, resistencias cilíndricas o termopares.