Las sondas de temperatura y el binomio rango térmico/tipología

En el mundo industrial, las mejores herramientas para detectar y muestrear la temperatura son, sin duda, las sondas de temperatura o termopares. De hecho, estos instrumentos (aunque no sean instrumentos lineales), representan la solución más práctica y específica, y se caracterizan en el momento en que aparecen las diferentes tipologías por el material de realización y  a su vez por el rango de muestreo del instrumento. Por lo tanto, obviamente, para medir temperaturas muy altas, será necesario tener sondas de temperatura construidas con metales que no sean magnéticamente susceptibles a altas temperaturas. Puede suceder que para valores superiores a 1000 grados centígrados, las propiedades magnéticas de la sonda de temperatura se alteren, ya que los dominios Weiss que constituyen la estructura microscópica del metal pueden sufrir alteraciones. Por lo tanto, es extremadamente necesario conocer los distintos tipos que existen de sondas de temperaturas y sus rangos de muestreo. Seguidamente presentamos los  tipos que existen y las temperaturas de operación correspondientes:
 

• Tipología T (Cobre – Constantana) de -200°C a 400°C;
• Tipología J ( Ferro – Costantana) de -40°C a 700°C circa;
• Tipología N (Níquel – Cromo – Silicio) entre i 650°C y 1250°C;
• Tipología B ( Platino – Rodio) entre 50°C y 1800°C;
• Tipología S (Platino – Rodio) utilizable hasta 1600 °C;
• Tipología R (  Platino – Rodio) utilizable hasta 1600°C;
• Tipología E (Cromo – Costantana) adecuado para bajas temperaturas.